“No sé qué pasaba, pero estábamos todos enfermos de algo muy grave”. Manto de gemas (2022), el enigmático y perturbador primer largometraje de Natalia López Gallardo, se aparta de modo muy deliberado de toda rutina narrativa convencional para adentrar a los espectadores en el clima de zozobra espiritual que prevalece primero en el seno de una familia de clase media alta, donde uno de sus miembros, Isabel (Nailea Norvind), atraviesa por una crisis conyugal encaminada al divorcio, y luego, en el ambiente venenoso en que se mueven personajes de la policía y el crimen organizado, cuyos destinos se entrelazan en una complicidad perversa.