Progresistas, latinos, jóvenes… el mosaico que aparece en cada elección
Jim Cason y David Brooks
Especial para La Jornada y corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 10 de noviembre de 2022, p. 31
Chapel Hill y Nueva York. La elección nacional determinará cuál partido controlará el Congreso y con ello el poder sobre el presupuesto y otros asuntos nacionales, pero estos comicios también ofrecen un mosaico de expresiones del electorado en la coyuntura política de Estados Unidos.
En Colorado, por ejemplo, una de las cómplices más leales y vocales de Donald Trump podría perder su curul en la cámara baja ante un opositor que se ha enfrentado a la retórica provocadora de la trumpista al acusarla de usar la ira como entretenimiento. El demócrata Gabe Vasquez está por derrotar a un republicano que ha controlado un distrito fronterizo en Nuevo México por casi una década.
Los candidatos progresistas tuvieron una gran noche electoral. Ahora habrá más progresistas fuertes que nunca en la cámara baja de Estados Unidos
, comentó el senador Bernie Sanders en un tuit con una larga lista de estos triunfos, entre los cuales se encuentran los novatos Summer Lee en Pensilvania y Greg Casar en Texas (https://twitter.com/BernieSanders/status/1590420827224559616).
Pero no todo fue triunfante para los demócratas. En Florida, la republicana trumpista Anna Paulina Luna ganó un asiento en la cámara baja federal que había estado en manos demócratas durante décadas. Luna, quien cambió de apellido en honor de sus raíces mexicanas, ha sido bautizada como la respuesta republicana a la diputada progresista de perfil nacional Alexandria Ocasio-Cortez. La ex modelo, mesera y brevemente trabajadora en un club de caballeros tiene medio millón de seguidores en su cuenta de Instagram, donde comparte imágenes de ella con Trump. La política conservadora está transcendiendo edad, raza, género, hemos logrado hacer un puente sobre la brecha
, comenta al New York Times, afirmando que ésta idea es más que sólo la política; es un estilo de vida
.
Días antes de la elección en Carolina del Norte, La Jornada fue informada de simpatizantes apoyando a demócratas o republicanos que desenfundaron armas de fuego (aunque nadie disparó, por ahora) durante las campañas, y en una casilla la policía fue llamada porque un hombre estaba obstaculizando la votación acusando que los demócratas estaban empleando la conexión de Wifi para manipular los resultados.
La elección no se trató sólo del Congreso federal. Por primera vez en casi 40 años, en Michigan los demócratas conquistaron la mayoría del Senado estatal y de la cámara baja. También se proyecta que lograrán la mayoría en los senados estatales de Pensilvania y Minnesota, todo en estados claves del mapa electoral para la elección presidencial de 2024.
En Massachusetts, una ola progresista derrotó a un sherif derechista acusado por el procurador del estado de abusar sistemáticamente de inmigrantes bajo su custodia. En Granville, Carolina del Norte, fue electo el primer sherif afroestadunidense en los 276 años de historia de ese condado, y en un condado cercano fue electo un legislador estatal gracias a una movilización de bases, y será clave en frenar la ofensiva de la mayoría republicana.
Aunque representantes de organizaciones latinas, afroestadunidenses, de mujeres y de jóvenes están resaltando los logros de la participación de sus filas en esta elección al subrayar que esto respondió al mensaje de que la democracia misma estaba en juego,
Pero aparentemente la salvación de la democracia no inspiró a todos, ya que el análisis preliminar de los resultados sugiere que la participación electoral este año fue inferior a la de los últimos comicios intermedios. Jóvenes, en particular, participaron en números menores que en 2018.
Sea cual sea el resultado final, el nuevo Congreso dividido no logrará mucho, y ese fracaso en abordar los principales temas que más preocupan al electorado sólo nutrirán el desencanto y la abstención en el futuro. Sé que es importante votar, pero realmente, ¿qué es lo que logra hacer el Congreso? Casi nada
, dijo a La Jornada una mujer que acababa de emitir su voto en Carolina del Norte.