E
s muy poca la gente que sabe quién es el presidente del PAN en la capital, y menos aún los que pueden nombrar a un posible candidato a la jefatura de Gobierno por ese partido, pero han decidido, pese a todo lo dicho, que el panismo ya no es su opción.
Los sucesivos escándalos de corrupción, cuyos protagonistas son los azules de la cúpula partidista, han movido conciencias y si bien los decepcionados no migran hacia Morena, sí huyen con rumbo al PRI, donde se suponen menos traicionados.
El asunto es que las encuestas ya empezaron a dar cuenta del fenómeno, si así lo podemos describir, y en cualquier momento se empezará a comentar que el tricolor, con la identidad ideológica perdida y sin una militancia fiel verdadera, está convertido en la opción de la derecha, cuando menos en la Ciudad de México.
Pero eso no cuenta la historia de un PRI revivido, sino de un panismo derrotado cuya militancia migra decepcionada y hasta humillada por los dirigentes que se encargaron de, fieles a su pensamiento, convertir a su partido en un negocio, su negocio, y peor aún, uno en el que también se hacen transas.
Bajo esa circunstancia, el PRI es la opción y para eso no necesita ofrecer acciones de ultra ni de fascismo confeso; la estrategia, o lo que sea, es dejar que el PAN se siga hundiendo sin hacer absolutamente nada.
Mientras, los azules metidos hasta el cuello en los hechos de corrupción de los que la Fiscalía General de Justicia los acusa, no hallan la forma de retener a una militancia muy lastimada que no quiere saber nada de la dirigencia y opta entre engrosar las filas tricolores o declararse en abstención y sin filiación alguna.
Y lo peor para la organización opositora es que los asuntos relacionados con la idea de que también se ha usado a la administración de las hoy alcaldías como negocio particular, se ha fijado entre muchos jóvenes que buscan otra forma de gobernar y hacer política en la ciudad.
De todas formas, las mediciones que se han hecho hasta ahora no ven mejora en las estadísticas que muestran el PRI y el PAN en alianza; por el contrario, en los últimos días han perdido adeptos.
Los números advierten que Morena suma voluntades, que el panorama teórico que se mantuvo al principio del año y que tenía como soporte el resultado de las elecciones intermedias, donde la alianza opositora mostraba posibilidades de arrancar el gobierno de la ciudad al partido guinda, se desplomó.
Pero no todo es ni puede ser miel sobre hojuelas para el partido hoy dominante. Una mala decisión a la hora de decidir quién compita por la jefatura de Gobierno puede destrozar la muy frágil unidad que tiene.
Queda entonces en manos de los jefes y jefas tribales establecer los acuerdos desde donde se pueda lanzar una candidatura que sepa luchar por la paz y la seguridad en la ciudad, una condición fundamental para los habitantes de la capital. Así van las cosas.
De pasadita
Hasta ya entrada la tarde en el Congreso local no se había dicho nada de un supuesto robo perpetrado en el edificio de la calle de Gante, que sirve para dar albergue a sus oficinas administrativas.
Según nos dicen, el inmueble amaneció horadado en una de sus paredes por donde aparentemente extrajeron 300 tóneres, cuyo costo va de 3 mil a 3 mil 500 pesos cada uno.
Por alguna razón desconocida, tal vez porque apenas comenzaban las pesquisas, nada se decía en el Congreso, donde todo permanecía con la normalidad cotidiana, pero el asunto es que de todas formas lo sucedido tiene y debe aclararse de inmediato, solo para evitar rumores perniciosos, ¿o no?