El último y descocado episodio de guerra judicial y mediática en contra de Cristina Fernández de Kirchner le está haciendo pagar un costo político alto a la derecha, incapaz de calcular las reservas de energía política acumuladas en el pueblo. No es ocioso recordar la petición de la fiscalía a la acusada: 12 años de prisión e inhabilitación vitalicia para ocupar cargos públicos.