De los 6 a los 12 años de edad es la mejor etapa para aprender a pensar, ya que es cuando las facultades intelectuales se encuentran en plena formación. En esa etapa maduran, se mielinizan y conectan (empiezan a funcionar) las neuronas de las zonas prefrontales del cerebro, que es donde operan las funciones intelectuales más elevadas: pensamiento abstracto, operaciones lógicas, análisis y síntesis, entre otras.