Decir que en la estrambótica reunión entre los cinco ex presidentes y el actual titular del Ejecutivo, que se realizaba en Palacio Nacional, las aguas amenazaban salirse de madre no es una exageración, si acaso, una apreciación urbana un tanto ruda, que poco tiene que ver con el sentido que en infinidad de espacios rurales significa esta expresión: las aguas rebasan sus límites normales e invaden terrenos más allá de las costas tradicionales. Se trata de un crecimiento inusual que supera los bordes naturales de contención. Eso era precisamente lo que en nuestra imaginaria locación ocurría. Claro que, salirse de madre no podía darse por descartado. “El otro yo” de cada uno de los dos ex presidentes estaba desbordado. Todo en el ambiente hacía presentir una tormenta.