De la Redacción
Periódico La Jornada
Sábado 29 de octubre de 2022, p. 5
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo ser simpatizante de legalizar la mariguana y apoyó ayer la propuesta del presidente de Colombia, Gustavo Petro, de cambiar el enfoque de combatir las drogas con guerra, como impulsa Estados Unidos desde el gobierno de Richard Nixon (1969-1974), porque no reduce su consumo y lo único que ha logrado
es que los vinculados con este negocio
estén armados.
La tendencia que se ve es desmantelar la tesis de (el ex presidente estadunidense) Richard Nixon que organizó la guerra contra las drogas como guerra y acercarte al tema de consumo como un problema de salud. Creo que es una tendencia correcta
, expresó el canciller al ser entrevistado por el periodista Jon Lee Anderson en el festival Dromofest, en la Ciudad de México.
Manifestó que una buena solución
para la legalización de la cannabis sería permitir que cada estado de la República lo pueda votar y asumir
, porque en un debate nacional es muy difícil avanzar
. ¿Qué se ha logrado con la persecución al consumo?, preguntó, no se ha reducido, hay mucho mercado negro, mucha violencia y mucho sufrimiento
.
Recordó que Canadá acaba de hacer un proceso muy interesante con la mariguana
, y es uno de los temas que me interesan mucho
tratar en su visita de enero a ese país.
Ebrard comentó que en el Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad México-Estados Unidos –la semana pasada–, “dijimos: ‘bueno, ¿y por qué no tratamos de que coincidan las políticas que estamos tomando?’ Entonces, lo que dice Petro es: ‘discutámoslo’, y yo creo que tiene razón”.
En septiembre, en su primer discurso ante la ONU, el presidente colombiano exhortó a acabar con la irracional guerra contra las drogas. Disminuir el consumo de drogas no necesita de armas, necesita que todos construyamos una sociedad mejor
.
Ayer, Ebrard planteó que el argumento de Petro es muy bueno, muy sensato
. Él dice: “Colombia está armada por todos lados, hay grupos paramilitares, el narco, etcétera. Vamos a hacer un diálogo en cada región del país para desarmar, para crear las condiciones de la paz.
Pero hay un punto muy importante, que es la ambigüedad sobre la cocaína. Está prohibido, pero en Oregon (Estados Unidos) ya puedes tener, según la ley, algunas cantidades pequeñas para tu consumo. Está prohibido, y llevamos 20, 25 o 30 años en la guerra contra la cocaína y lo único que se ha logrado es que esté todo mundo armado, los que están vinculados con este negocio, y el consumo no se reduce ni se va a reducir.
Petro propone –añadió–: ‘“¿por qué no lo pensamos, lo revisamos?’ Creo que tiene razón, ahora hay que ponernos de acuerdo”.
Es sensato cuando el mandatario colombiano expone: “‘es un costo enorme estar persiguiendo el tema de la cocaína, llevamos (de) 1975 para acá; el consumo sube cada año, ya lo estás medio empezando a permitir o tolerar y el costo para nosotros es muy alto, entonces vamos a revisar eso’. Ese punto, yo creo, es correcto. Otras estrategias no necesariamente las compartimos nosotros”.